El tiempo pasa, generaciones
nacen, crecen,y todas mueren.
Hay cosas que se aprenden,
que se aman y se sufren.
Somos más altos, más longevos
mejor alimentados y más cultos,
pero ni los años cambian lo básico,
abuelos y nietos erran en lo mismo.
Esa piedra que es el amor,
más bien el desamor,
el desengaño,
el daño.
Ya lo sé, ¿y qué?
quiero equivocarme
llorar y arrastrarme
sufrir como un hombre.
Como todos los hombres
que tropiezan dos veces
en la misma piedra, dos y tres,
volveré a caer ¿no me ves?
Sufriré, lloraré,
me sacrificaré,
pero siempre diré
que realmente amé.
La vida sentimental de un hombre hoy en día es mucho más compleja de lo que esta sociedad represiva y alienante nos permite mostrar. Muchos llevamos la procesión por dentro, pero las cicatrices se ven por fuera. Algunos nos abandonamos al torrente de nuestros sentimientos y vagamos solos, chocando de frente contra la cruda realidad y sufrimos y moriremos por ello, pero al menos moriremos con la conciencia tranquila por haber hecho lo que nos decía el corazón.
Escrito por VZK a las 9 de Enero 2004 a las 02:17 AM