Matar a una persona es un crimen terrible,
matar sus ideas es aún peor.
Tras pasarle esta canción a una amiga, y tras su fría respuesta a la misma simplemente le dije:
...pues precisamente la música es arte y como arte que es, es una forma de transmitir sentimientos y algunas cosas de verdad llevan una parte del alma de quien las hizo y se puede notar, se gana mucho abriendo un poco tu mente imagina todo lo que puedes ganar abriéndola completamente...
CULPABLE:
Culpable me declaro
y voy a hablaros bien claro
culpable de ser fiel de no engañar
de mi sinceridad
de no trabajar para nadie
de no cuidarme
de dormir de día
de no cansarme
culpable de confundirme
dudar, de equivocarme,
de utilizar micrófonos
para enviar mis palabras por cable
de forjar frases afiladas
como si éstas fueran sables
de algunas lágrimas de mi madre
soy culpable de amar a los míos
y defenderlos, defenderme, caerme
no arrastrarme, de volver a levantarme
de vivir una vida casi escrita por Marvel
soy culpable de ser estratega de mi estrategia
soñar que asalto vuestras diligencias
de fumar maría y cultivar la inteligencia
de hacer del rap una ciencia
de cuidar mis pertenencias
de beber alcohol el ocasiones
de viajar sin pasta por diversas naciones
cometiendo infracciones,
de sentirme un perdedor entre ganadores y
en otras ocasiones el ganador de un mundo de perdedores
de no pagar mis sanciones de momento
culpable me presento, cierto
de masturbarme, drogarme,
de alimentarme sin hambre
de no querer a mi padre,
de querer más que a mi propia vida
a mi hermano y a mis dos madres grandes
de darlo todo sin pedir nada o poco
lanzarte algún que otro moco
sudar bajo los focos para expresarme
de creer que nunca es demasiado tarde
de sentir que perdemos el futuro
cuando veo que un bosque arde
culpable, de reirme de los que van de listos
y atención a los más tontos prestarle
me culpo de no escurrir nunca el bulto
condenadme, liberadme, odiadme, amadme,
escuchadme, de tantas cosas podría yo culparme...
culpable me declaro
y voy a hablaros bien claro
culpable de sentirme un bicho raro
de rechazar la violencia gratuita y el fácil disparo
de soñar en que soy capaz de llegar
a la otra orilla sin prestar atención a ningún faro
de equivocarme soy culpable, nada raro,
de dar un margen de confianza a quien nadie se lo ha dado
de estando al borde del desánimo ganarle mi vida al destino en una partida de dados
de haber humillado a la muerte jugando a la movida esa de la diana y los dardos
culpable de sentirme a veces fiambre helado, y otra veces enorme grande como el K-2
de disfrazar con payasadas mi timidez, de intentar robarte sonrisas mujer
culpable de hacer de las más caras máscaras raras más caras para malas caras entre paradas varias
de cagarme en la puta madre de los que hablan de la raza aria
culpable, para variar.
Culpable de perder tesoros que los dioses me entregaron
de creer que el amor todavía sería capaz de mover el mundo
de odiar, amar, sudar, reir, llorar, soy culpable
y culpable me declaro.
Me desperté, pero todavía era de noche,
fui a la ventana y todo había cambiado,
lloré pues era yo el último hombre,
pero comprendí, todo debía ser reconstruído.
La muerte no es el fin, sino un nuevo comienzo.